Asunción. El ex gobernador de Tarija, Mario Cossío compareció hoy ante la Conare de Paraguay para argumentar su pedido de refugio. Gobierno boliviano dice que se mantendrán las relaciones con Paraguay.
Plazo de 90 días para emitir la decisión.
El ex gobernador de Tarija, Mario Cossío, que se considera perseguido político en su país y que fue destituido por presunta corrupción, compareció hoy ante la Conare de Paraguay para argumentar el pedido de refugio que solicitó.
"Respondí a todas las preguntas que me fueron planteadas, presenté todos los documentos para argumentar mi pedido", expresó Cossío a periodistas al momento de retirarse de la reunión de la Conare (Comisión Nacional de Refugiados).
El ex gobernador del departamento de Tarija, que se presentó junto a sus abogados con varias carpetas con documentos, agregó que será cauto en sus declaraciones ante la prensa y que aguardará pacientemente la respuesta a su petición.
Por su parte, Felipe Robertti, presidente de la Conare y director general de Asuntos Consulares de la Cancillería, dijo a Efe que el estudio del pedido del político se desarrollará dentro del plazo de los 90 días que tiene esta comisión para adoptar una decisión.
Durante ese plazo, el solicitante goza de un "refugio provisorio" en el país.
Robertti señaló que el mecanismo que utilizan para emitir una resolución es "una votación abierta por la aceptación o el rechazo del pedido, y sin posibles abstenciones".
"La resolución de la Conare es autónoma y definitiva. No obstante, podría haber un proceso de reconsideración o apelación que el solicitante debe tramitar ante esta comisión y, si resulta de nuevo negativa, tiene la opción de recurrir a la Justicia para pedir el refugio", explicó el titular de este organismo.
La comisión está integrada por Robertti e Inés Martínez, ambos en representación de la Cancillería; Ángel Caballero, de la Dirección de Migraciones; Diana Vargas, del Ministerio de Interior, y Carlos Aquino, del Ministerio de Justicia y Trabajo.
También conforman la Conare la senadora Zulma Gómez y la diputada Aida Robles, así como Rodolfo Aseretto, representante de la oficina del la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), y Porsolei Bortolotto, de la Iglesia católica.
Los dos últimos tienen voz pero no voto dentro del organismo, por lo que Cossío requeriría de cuatro votos a favor, de un total de siete, para obtener el refugio permanente en este país.
El destituido gobernador viajó a Paraguay el mes pasado, luego de que la asamblea regional de Tarija, controlada por el oficialismo y sus aliados, lo relevara por una denuncia por corrupción que él niega.
El Tribunal Supremo del vecino país informó en su momento que Cossío, opositor al Gobierno del presidente Evo Morales, afronta en total ocho demandas penales en la ciudad de Tarija.
Morales ha pedido a las autoridades de Paraguay que no otorguen asilo a su compatriota porque, a su juicio, no se trata de un perseguido político, sino de un acusado de corrupción.
Por su parte, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, afín al Gobierno de Morales, aseveró en la víspera que su país "no va a apañar a nadie, ni a criminales y a gente corrupta", aunque, no obstante, ratificó que el caso se encuentra en manos de la Conare.
El martes pasado, el Consejo de Gobernadores de Paraguay instó a Lugo "a extender de inmediato y por decreto (…) el asilo político" a Cossío, otra figura legal a la que podría recurrir el destituido gobernador, independientemente de lo que decida la Conare.
La Cancillería de Bolivia informó que enviará a las autoridades paraguayas la información de los procesos contra Cossío, mientras que legisladores opositores bolivianos agradecieron al vicepresidente paraguayo, Federico Franco, quien no oculta sus desavenencias con Lugo y su gestión a favor del ex gobernador. EFE
Gobierno dice que se mantendrán las relaciones con Paraguay
SEGÚN EL VICEPRESIDENTE GARCÍA LINERA
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera.
Las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Paraguay que sufrieron un "bajón" por el caso Cossío, se mantendrán en el marco del respeto, según aseguró el vicepresidente, Álvaro García Linera.
"Las relaciones entre pueblos y gobiernos se mantienen en el marco del respeto mutuo y de la amistad fraterna y lo que hubo fue una tensión con algunos funcionarios fundamentalmente por sus declaraciones que iban a hacer juicios de valor sobre nuestras instituciones", dijo el vicepresidente.
La autoridad explicó que está claro el respeto que el gobierno boliviano tiene por las instituciones de todos los países y cuando alguien ataca a la institucionalidad boliviana sin conocerla, se la debe defender y eso fue los que ocurrió.
"Al tratarse de un funcionario y no el sentir del gobierno paraguayo y mucho menos de su pueblo, con el que Bolivia tiene una amplia relación de amistad y respeto mutuo. Tampoco fue una declaración institucional, por lo que las relaciones se mantendrán fraternas", dijo García Linera.
El mandatario señaló, sin especificar a quién se refería, dijo hubo un exabrupto de un funcionario paraguayo que afectó la dignidad de instituciones bolivianas.
La visita de la ministra de Transparencia para evitar el refugio de Cossío fue calificada como una "grosera injerencia" por el vicepresidente de Paraguay, Federico Franco. Mientras la senadora paraguaya, Zulma Gómez denunció presiones por parte de Suxo. Por su parte el presidente de Paraguay Fernando Lugo, dijo que la Comisión Nacional de Refugiados (Conare) "tiene la responsabilidad" de decidir sobre el pedido de refugio político a Cossío.
Esta instancia que está integrada por representantes del Parlamento, y otros sectores sociales es la que debe decidir sobre la solicitud del ex gobernador boliviano pero adelantó que su país no dará amparo a corruptos ni a criminales, respondiendo así a su par boliviano, Evo Morales, quien pidió no otorgar el refugio político al gobernador de Tarija, Mario Cossío. ANF
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