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lunes, 16 de marzo de 2009

ALGUNOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN APOYARON PEDIDO LIBERTAD DE LEOPOLDO FERNÁNDEZ, PERO NI SE ACORDARON DE VÍCTIMAS DE LA MASACRE DEL PORVENIR


Gran cobertura, falta de imparcialidad caracterizaron la jornada informativa de algunos medios de comunicación, que directa o indirectamente pidieron la libertad de Leopoldo Fernández. Peor se olvidaron de las víctimas de la masacre del Provenir-Pando.

Sin duda, el equilibrio periodístico en esos casos fue digitado por los dueños de medios de comunicación entre canales de televisión y radioemisoras que muestran su abierta oposición al gobierno de Evo Morales.
Pese a esa parafernalia mediática, la gran parte de la población rechazó ese tipo de manifestaciones que incluso utilizaron rezos para tratar de conmover a la opinión pública.

Lo cierto que queda como testigos de la masacre del Porvenir, las tumbas de quienes fueron muertos el 11 de septiembre sólo por el hecho de ser campesinos.

Familiares y simpatizantes del ex prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, ratificaron el lunes, en las puertas del penal de San Pedro de la ciudad de la Paz su pedido de un juicio justo para la ex autoridad que está encarcelado en el marco de la investigación por la masacre de Porvenir, que se saldó con la muerte de al menos 18 campesinos.

Unas 20 personas, entre familiares y simpatizantes de Leopoldo Fernández efectuaron un mitin en la puerta lateral de la penitenciaría de San Pedro, recordando los seis meses su detención y pidiendo que sea trasladado a Sucre para un juicio de responsabilidades.

Los familiares y amigos del ex prefecto vestían camisetas negras con la inscripción "liberen la verdad" en el marco de una campaña que se programó en las ciudades de Trinidad, Santa Cruz, Cobija y Tarija.

Fernández fue detenido el 16 de septiembre de 2008, todavía como prefecto de Pando y luego trasladado a La Paz donde un juez ordenó su detención preventiva en la cárcel de San Pedro, en la que permanece a la espera de un juicio en la justicia ordinaria, como plantearon los familiares de las víctimas de la masacre de Porvenir, que se registró cinco días antes de su detención.