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miércoles, 28 de abril de 2010

Evo Morales presentará 6 y 7 de mayo en NNUU y EU conclusiones de Acuerdo de Pueblos de Tiquipaya

Morales dice que presidirá una misión a Nueva York y que también se desplazará hasta la sede Pro Témpore de la UE en Madrid, donde también entregará las conclusiones de la I CMPCC.

image La I CMPCC congregó en Cochabamba a autoridades y activistas contra el cambio climático de 145 países

El presidente Evo Morales entregará la semana que viene, personalmente al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (NNUU) Ban Ki-Mon, las conclusiones de la I Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra (CMPCC), celebrada la semana pasada en Bolivia, informó él mismo durante un acto público verificado el miércoles en la capital boliviana de Sucre (sudeste).

“Esta madrugada nuestro embajador ante NNUU (Pablo Solón) dice que el secretario general de las NNUU, Ban Ki-Mon, pide también que le llevemos (a Nueva York) las conclusiones y eso puede ser los días 6 ó 7 de mayo”, afirmó el mandatario boliviano durante una extensa alocución en la inauguración del congreso de la poderosa Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia, en esa ciudad a 756 km de La Paz.

Morales dijo que presidirá una misión intercontinental a Nueva York y que también se desplazará hasta la sede pro témpore de la Unión Europea, radicada actualmente en Madrid, donde también entregará las conclusiones de la I CMPCC.

El mandatario indígena viajará “junto a las delegaciones de todo el mundo, dos delegados de Africa, de Oceanía, de Asia, de Europa y de América”, afirmó él mismo al tiempo de asegurar que también “la Unión Europea pide a Bolivia dar un informe sobre las conclusiones” de la I CMPCC.

Se trata de una delegación intercontinental de pueblos y movimientos sociales que expondrá, tanto en Nueva York como en Madrid, el Acuerdo de Pueblos, de 17 puntos, que pergeñó la I CMPCC en la población de Tiquipaya, conexa a Cochabamba.

La I CMPCC, que congregó en Cochabamba a 40.000 representantes indígenas y de movimientos sociales de 145 países de 5 continentes, se situó en el justo medio entre las cumbres de NNUU, de Copenhague, en diciembre pasado, y de Cancún, pautada para fin de año, en un intento resuelto por revertir el cambio climático y la extinción de la especie humana y en una abierta querella al mundo industrializado y capitalista.

Al tiempo de asumir una posición proactiva y de reivindicación ante las potencias industriales, la CMPCC demandó a los países más desarrollados restaurar, en lo que reversible, la salud de la atmósfera planetaria, respetar los derechos de la Madre Tierra y las formas ancestrales de vida, comprometiéndose a reducir efectivamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

También a sufragar los costos de adaptación de los pueblos y comunidades que ya enfrentan los efectos nocivos de la crisis climática y, sobre todo, respetar el Protocolo de Kioto, lo que implica rechazar los alcances del “ilegítimo” Entendimiento de Copenhague y corregir el camino en la cita de Cancún.

“Es necesario construir un fondo de adaptación, como un fondo exclusivo para enfrentar el cambio climático, como parte de un mecanismo financiero manejado y conducido de manera soberana, transparente y equitativa por nuestros Estados”, exigió la CMPCC en el documento.

“Con tal propósito adoptamos el plan de acción mundial, para que en México los países desarrollados observen el Anexo Uno (del Protocolo de Kioto) respeten el marco legal vigente y reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 50%”, afirma la Declaración de la I CMPCC, rotulada Acuerdo de los Pueblos, suscripta al conmemorarse el primer aniversario de la Declaración del Día de la Madre Tierra, homologada por NNUU en 2009.

“La próxima conferencia sobre cambio climático a realizarse a fines de año en México debe aprobar la enmienda al protocolo de Kioto para el segundo período de compromisos a iniciarse en 2013 al 2017 en el cual los países desarrollados deben comprometer reducciones domésticas significativas al menos de 50%, respecto al año base de 1990, sin incluir mercados de carbono u otros sistemas de desviación”, urgió.