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miércoles, 22 de julio de 2009

Contrataron a Rózsa en Hungría, a través del mercenario Atilla



Cada miliciano habría recibido una oferta que supera los 1.000 euros mensuales, sin contar los viáticos en el país.
Gylla Atilla es un mercenario, un conocido mercenario, anticomunista y en Hungría habría sido el nexo para contactar a los emisarios bolivianos con el mercenario Eduardo Rózsa Flores. Los términos del contrato para “independizar Santa Cruz” se habrían suscrito en Hungría.
Según datos indagados por el periodista español Julio César Alonso, organizaciones ultraderechistas con objetivos de limpieza étnica contactaron a Rózsa, en Hungría, a través del mercenario Atilla, quien es reconocido como líder de traficar mercenarios a la guerra de Croacia.
“A través de ese hombre se empiezan a formar los primeros contactos con Eduardo Rózsa Flores, a quien le facilita (Atilla) un guardaespaldas (Michael Martion Dwyer) y además le habilita contactos para que organice su propio grupo de mercenarios para este trabajo”, dijo.
En Hungría y en Bosnia, el periodista corresponsal de guerra aseguró que existen personas que han iniciado una investigación para identificar cuáles fueron los contactos.
Alonso, en una entrevista el fin de semana, señaló que considera que entre los vínculos que establecieron el contacto Hungría-Bolivia se debe tener en cuenta a las organizaciones de ultraderecha, de carácter nacional socialista y racista.
“Habrá que buscar algo parecido aquí, entre los sectores afines a estas ideologías. Ellos tienen reuniones a nivel de la internacional nacional socialista; habrá que investigar qué gente de Bolivia participa en esas reuniones y así empezaremos a descubrir cuáles son los nexos que trajeron a Rózsa”, señaló.
Rózsa, una vez contactado, explicó el corresponsal de guerra, buscó entre la gente mercenaria con la que trabajó a los miembros duros de su grupo. El primero que se conformó era el encargado de entrenar a los futuros soldados. “Ahí están los especialistas en explosivos, en combate cuerpo a cuerpo, en artillería pesada, en inteligencia y en comunicaciones”, explicó.
Según Alonso, en esta clase de conformación irregular, generalmente un contrato con un mercenario supera los 1.000 euros, sin contar con los otros gastos (viáticos).
Desde el 16 de abril, fecha en que se desmontó al grupo armado en un operativo policial en el hotel Las Américas de Santa Cruz, la Fiscalía y la comisión especial de diputados investigaron el caso.
La investigación paralela, entre los primeros indicios, estableció que en el país hubo fuentes de financiamiento de las actividades del grupo; identificadas, en sus declaraciones testificales, por los mismos miembros de la milicia que sobrevivieron, como ‘Los tíos’; ‘La torre’; ‘El faro’ y ‘el Consejo Supremo’.
El ‘Consejo Supremo’, por ejemplo, según un chat de Rózsa, lo conformaron Rubén Costas, Branko Marinkovic, Eduardo Paz, Mauricio Roca y Germán Antelo, líderes cruceños sospechosos de aportar, supuestamente, para el movimiento autonómico cruceño, que bien pudo derivar en el soporte económico para Rózsa.
Para el periodista español, el caso de Bolivia no debe ser aislado del contexto europeo.

García asegura que opositores encubren

Respecto a las declaraciones del corresponsal de guerra Julio César Alonso, sobre los mercenarios liderados por Eduardo Rózsa y sus pretensiones de separatismo en Bolivia, el vicepresidente Álvaro García instó ayer a la oposición a dejar de encubrir los afanes secesionistas.
“Tengo que lamentar la actitud sistemática de encubrimiento de la oposición. Este es un tema de Estado y ahí la oposición se aplazó. La oposición aplicó un espíritu de secta, no le importa el país, le interesan sus intereses”, declaró.
Los datos, aseveró, son contundentes porque hubo personas que pretendían separar el país. “Lo que dijo el periodista Alonso reafirma varias cosas que están en la investigación y consolida una serie de informaciones. Lo que debería hacer la oposición es pedir que los rastros se verifiquen y no salir a descalificar, porque quienes hacen eso encubren”.

Alonso acusa a periodista de robo

El corresponsal español Julio César Alonso acusó la tarde del martes al periodista John Arandia de robarle información privada de su flash memory, cuando fue invitado a su programa televisivo; hecho que fue negado por el aludido, quien afirmó que pidió permiso para emitir los documentos privados a través de la Red Uno, reportó la Red Erbol.
“El que se ha llevado la información flash es un periodista que se llama John, yo le dejé mi memoria flash para que sacara unas imágenes, él (refiriéndose a Arandia) nada más lo contó ayer, él sólo ha hecho paste y copy, y ha metido toda la información en su ordenador”, aseveró.
Alonso expresó su indignación al señalar que su pasaporte fue exhibido sin su permiso en el programa Que no me pierda, que dirige Arandia en la Red Uno.
“Yo tenía documentos personales, ayer ha sido exhibido mi pasaporte sin ningún permiso, yo creo que siendo benévolo, fue un despiste, no voy a entrar en una lucha en la que pretenden que entre, pues cada uno tiene que asumir sus actos”, expresó.
“Antes del programa yo autoricé que muestre los videos, no le autoricé sobre los documentos. En el programa, y como no tengo nada que ocultar, me pregunta si podemos hablar de una carta de mi productora y otro documento de Word que es alterable”.
Pidió que se le devuelva el material que fue extraído de su memoria. “Me gustaría que me devolviese el contenido de la memoria flash que se ha borrado”, señaló.
Sobre esta acusación, el periodista aludido, John Arandia, aclaró que utilizó la documentación con el respectivo permiso de Julio César Alonso y aseguró que no teme algún proceso judicial y más bien convocó a los que se sienten afectados a asumir las acciones.

Tadic ratificó su denuncia

El Ministerio Público recibió ayer la declaración ampliatoria de Mario Francisco Tadic, en el marco de la querella formal contra Hugo Antonio Achá Melgar, ex presidente de Human Rights Foundation Bolivia, y Alejandro Melgar Pereyra, árbitro conciliador de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), a quienes acusa por el delito de Trata y Tráfico de Personas.
El 16 junio, la defensa de Tadic presentó la denuncia contra ambos, por considerarse engañado y explotado.
Gerardo Pardo informó ayer que la audiencia realizada en el penal de San Pedro fue para ratificar su denuncia contra esas dos personas, a quienes logró identificar como las que “manejaban el grupo mercenario de Eduardo Rózsa Flores”.
Tadic denunció también que le quitaron sus documentos y no le permitieron abandonar el país.
Desde la anterior semana, el periodista español Julio César Alonso denunció a Tadic como un mercenario que participó en la muerte del periodista Christian Wurtenberg, en la guerra croata.
Alonso aseguró que, desde Suiza, los familiares del periodista que murió torturado iniciarán una demanda contra Tadic.
La defensa del imputado por el caso terrorismo nuevamente invitó al denunciante a presentar pruebas. Anunció que analiza la posibilidad de iniciar una demanda contra el periodista, quien a su vez dijo que puede demostrar el pasado mercenario de Tadic.