En criterio de analistas cruceños la renovación de la dirigencia y la institucionalidad política en Santa Cruz son asignaturas pendientes “ineludibles” para reconstruir la oposición nacional y romper el perverso esquema de asociación entre gobiernos abusivos y oposiciones funcionales. Para el escritor Emilio Martínez, el avance de los gobiernos “neopopulistas” no puede explicarse sólo por sus maniobras o por el financiamiento de sus aliados internacionales. “Entender los procesos de Bolivia, Venezuela y Ecuador impone ver la otra mitad del tablero y comprender que existen oposiciones fallidas que les facilitan las cosas a los autócratas, ya sea por torpeza o por corrupta complicidad”, afirmó.
“Estos opositores fallidos adolecen de una contradicción entre discurso y práctica: su discurso es ruidoso y radical, mientras que sus actos están dominados por un pragmatismo acomodaticio, basado en hacer negocios con el mismo gobierno al que se ataca con furiosa verborragia”, agregó Martínez, que reside en Santa Cruz.
“La actuación del gobernador cruceño recoge varias de estas características: al mismo tiempo que desata una intensa batalla verbal con el vicepresidente, designa como su negociador con el gobierno a uno de los principales responsables de aprobar el revocatorio, que canceló el proceso autonómico en 2008”, afirmó.
Para el analista cruceño Pablo Deheza Salmón debe haber renovación política, pero que esta debe ser resultado de un proceso y no un cambio de actores improvisado. “No es como cambiarse una camisa, no puede precipitarse la renovación, aunque tampoco abogar por la perpetuación del establishment regional”, dijo.
“Debe haber un periodo de transición, el discurso del actual liderazgo cruceño esta extraviado. Basta escuchar a Costas y la pobreza del debate dentro de instituciones como la Asamblea Departamental”, afirmó, en alusión a las declaraciones polémicas del gobernador cruceño.
Aseguró que para sanear el liderazgo en Santa Cruz no bastará con cambio de actores y que debe haber cambio de lógicas y una nueva institucionalidad.
“Hay una estructura de poder anquilosada y poco permeable hacia los cambios de paradigma y el paraguas es Rubén Costas. Se ha maquillado a las viejas lógicas de poder, esto se puede ver en la Gobernación”, agregó.
“La renovación parte por generar nuevos espacios de debate, generar una nueva institucionalidad. No bastará maquillar el Comité Pro Santa Cruz, que agotó su vigencia pues fue pensado para más de 50 años atrás”, dijo.
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