EFE.-  La Embajada de Bolivia en Madrid acogió hoy en Madrid el rito ancestral  del 'acullicu' o masticado de la hoja de coca, la "hoja bondadosa", en  un acto simbólico dedicado a recordar la defensa que hacen Bolivia y su  sociedad de este cultivo milenario y ancestral  La embajadora boliviana, Carmen Almendras, dio la bienvenida a una  nutrida concurrencia que aceptó su invitación a seguir en Madrid el  'Akhulliku de la Dignidad' que hoy celebran campesinos e indígenas en el  territorio de Bolivia para pedirle a la ONU la despenalización del  cultivo de la hoja de coca.
 
 La mayoría de los presentes, entre ellos el embajador de Cuba en España,  Alejandro González; el agregado cultural de la Embajada de Ecuador,  Julián Guamán, y representantes de las embajadas de Nicaragua y  Venezuela, se llevó a la boca algunas de las hojas que les ofrecía la  anfitriona mientras un grupo boliviano ejecutaba la música con tambores y  quenas.
 
 "La hoja de coca no tiene nada que ver con la cocaína", dijo la  embajadora Almendras, "como no son lo mismo -dijo- la uva que el vino ni  el uranio que la bomba atómica".
 Almendras explicó a los presentes que el 'akhulliku' (vocablo aymara) es  "una costumbre arraigada" en su país, donde, según el censo de  población de 2001, el 62 por ciento de la población es "mayoritariamente  indígena".
 
 El 'acullicu' o 'pijcheo' se remonta a 3.000 años antes de Cristo y es  un hábito practicado por millones de personas no sólo en Bolivia, sino  también en Perú, el norte de Argentina, Chile, Ecuador y Colombia.
 
 "Durante el 'acullicu' se extraen los nutrientes de la hoja", añadió  Almendras, y durante ese rito -dijo- "dialogamos, compartimos, tomamos  decisiones, buscamos reivindicaciones...".
 
 La embajadora quiso dejar claro también que el Estado boliviano, además  de apostar "por la revalorización de la hoja de coca", también apoya la  lucha contra el narcotráfico "y ratifica sus compromisos" en la lucha  contra el narcotráfico.
 
 Carmen Almendras insistió en que la hoja de coca "no es dañina" y alabó  sus "bondades nutritivas y medicinales", y los "efectos terapéuticos" de  esta hoja que llamó "bondadosa".
 
 El agregado cultural ecuatoriano dijo que para los pueblos indígenas la  hoja de coca "es sagrada", igual que el maíz o la papa (patata); "la  coca, además de proporcionar nutrientes en la alimentación diaria ha  sido históricamente la planta alrededor de la cual se celebra la vida".
 
 El embajador cubano aseguró, "en nombre de los (países) colegas del ALBA  (Alianza Bolivariana para los pueblos de América), que apoyan "sin  reserva el justo reclamo del pueblo de Bolivia".
 
 Y agregó que "para terminar con la droga no hay que acabar con las  tradiciones de un pueblo, sino con el mercado del flagelo de la droga".