Sugieren que Brasil o Unasur acerquen a Chile y Bolivia. Presidentes se verán en cumbre regional tras tensas relaciones.
 Radiografía. El más radical es Andrés Allamand, el ministro de Defensa que amenazó con las FFAA chilenas y acusó a Bolivia de desviar la atención del caso Sanabria.
Página Siete, La Paz – 28/06/2011
Autoridades de Chile y Bolivia no bajan tono de los discursos
Morales, Chacón y Choquehuanca denuncian a Santiago.
Desde  que Evo Morales anunció que demandará a Chile ante un tribunal  internacional por el conflicto marítimo, las autoridades de ambos países  no han bajado el tono de sus alusiones, y los capítulos del caso Sanabria y la detención de los 14 militares bolivianos provocaron que los discursos se endurezcan más.
El  actor principal en este intercambio de palabras es el ministro de  Defensa chileno, Andrés Allamand. Él fue quien señaló que su país “tiene  Fuerzas Armadas en condiciones de hacer respetar tratados  internacionales”. El abogado santiaguino dijo, además, que el Presidente  condecoró a los 14 militares detenidos en suelo chileno para desviar la  atención del caso Sanabria.
La primera declaración fue nota de tapa de la mayoría de los diarios del país y la segunda provocó la ira de las autoridades bolivianas y expuso fisuras en el gabinete de Sebastián Piñera.
El  diario chileno La Tercera reveló el fin de semana que la detención del  ex jefe antidrogas boliviano destapó el malestar que existe en la  Cancillería con los ministros de Defensa y  del Interior. Alfredo Moreno, el ministro de Relaciones Exteriores, se  molestó por no ser informado de la operación encubierta de Arica que  permitió la detención de René Sanabria en Panamá.
El sábado, Evo Morales increpó al Gobierno del país vecino por ocultar esa información.
El  ministro del Interior chileno, Rodrigo Hinzpeter, es mucho más cercano a  la visión dura de Allamand que a los esfuerzos concertadores de su  canciller. De hecho, fue él quien promovió la felicitación oficial para  los carabineros que detuvieron a los militares bolivianos.
Hinzpeter vivió en Estados Unidos y volvió a Chile para convertirse en el brazo derecho de Sebastián Piñera.
Moreno y  Allamand son los únicos ministros autorizados para hablar del diferendo  con Bolivia. Ellos, junto al titular del Interior, provocaron el vuelco  en la negociación con Bachelet y llevaron la relación bilateral a su  peor momento desde que Evo Morales está en el Palacio de Gobierno. Los  tres son parte del entorno íntimo de Sebastián Piñera.
Del lado  boliviano, la ministra de Defensa, Cecilia Chacón, encabezó la protesta  boliviana por los maltratos a los militares detenidos en Chile, posición  respaldada por el presidente Morales.
El país endureció posición en 2011
El  17 de febrero de este año, Evo Morales anunciaba a Chile que esperaría  hasta el 23 de marzo para recibir una propuesta sobre el diferendo  marítimo.
Había pasado más de un año de negociaciones con el gobierno de Sebastián Piñera y las autoridades bolivianas ya daban señales de fastidio por la postura poco propositiva de Chile.
Y  desde que ese 23 de marzo se anunció la demanda internacional, el tono  de las declaraciones ha subido. Uno de los protagonistas del giro es  Wilfredo Chávez, impulsor y teórico de la idea de definir el conflicto en tribunales.
El  episodio de los 14 militares detenidos en Chile agudizó el conflicto.  La ministra de Defensa, Cecilia Chacón, y el presidente Evo Morales  denunciaron maltratos a los oficiales bolivianos y exigieron  explicaciones al país vecino.
Sugieren que Brasil o Unasur acerquen a Chile y Bolivia
Tres analistas diplomáticos plantean la intervención de un tercero.
Diálogo.  Las posiciones están encontradas en cuanto al diálogo bilateral,  principalmente sobre el tema marítimo, en el que Bolivia reclama una  salida soberana.
Página Siete / La Paz – 28/06/2011
Brasil  o la Unasur, según analistas diplomáticos, podrían interponer sus  buenos oficios para que los gobiernos de Bolivia y Chile restablezcan el  diálogo bilateral, que se vio tensionado por el tema marítimo y por la  detención de 14 militares.
El ex canciller Armando Loaiza y el  experto en temas internacionales Fernando Salazar coincidieron en  señalar que Brasil, como una potencia a nivel regional, podría  intervenir con la anuencia de los dos gobiernos.
El también ex  canciller, Javier Murillo de la Rocha, señaló que la Unión de Naciones  Suramericanas (Unasur) en su conjunto o algunos países del bloque  regional podrían intervenir para que ambas naciones reencaminen el  diálogo.
El planteamiento surgió a propósito de la posición  expresada por los cancilleres de Bolivia y Chile, David Choquehuanca y  Fernando Moreno, respectivamente, quienes admitieron el mal momento que  atraviesan las relaciones entre ambos países.
A ello se suma el hecho de que ni Bolivia ni Chile pretenden tomar la iniciativa para reanudar el diálogo.
El  jefe de la diplomacia boliviana aseguró que el Gobierno espera una  comunicación oficial de Chile para que ambos países vuelvan a reunirse.
Contrariamente,  Moreno señaló que “depende de Bolivia volver las cosas al lugar que  corresponde”, pero advirtió que “la posición de Chile en esta materia es  una, y es que nosotros no vamos a trabajar con Bolivia si no hay  respeto por los acuerdos que tenemos”.
Frente a esta situación,  Loaiza consideró que se debe superar las contradicciones y restaurar el  clima de confianza de los últimos cinco años.
Para reencaminar el  diálogo, considera importante bajar la tensión “y que algún país ayude  en la búsqueda de crear un clima mediante la gestión de buenos oficios” y  luego añadió que esa nación podría ser Brasil.
Salazar también  consideró “imperativo” ingresar a un periodo de distensión “que puede  venir de cualquiera de las dos partes o de un tercero amigable  componedor, que podría ser Brasil, que es un país que tiene influencia y  credibilidad en ambos países”.
Esa posibilidad, según Salazar, sería factible porque ni Chile ni Bolivia quieren tomar la iniciativa para reanudar el diálogo.
El  ex canciller Murillo explicó que si bien Chile y Bolivia no  necesariamente necesitan de un tercer país para reunirse, no hay señales  en la vecina nación de apertura al diálogo.
Por ello, la ex  autoridad planteó que a través de la Unasur, como bloque o un grupo de  países de este organismo, puede surgir una invitación a los dos países  para que retomen el diálogo “porque así ya no existiría el problema de  quién da el primer paso”.
Sin embargo, advirtió que si bien puede  restablecerse un posible diálogo, éste no sería para encaminar una  solución del tema marítimo porque en ese tema Bolivia y Chile no tienen  un lenguaje común.
La posición en Chile
Caso  militares. El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, señaló que “no  hay que caer en el juego de ningún país que pretenda provocar  enemistades con Chile”.
Libres. Según esa autoridad cada país es  libre de condecorar a quien quiera, pero dijo que es poco probable que  el Ejército chileno o su presidente condecore a soldados que ingresan  ilegalmente a otro país.
Posición. La autoridad chilena también  descartó de plano las acusaciones de Bolivia de que “en Chile se ampare  al contrabando”, defendiendo la política antidrogas de la actual  administración.
Punto de vista
“Estamos en un momento difícil”
Carlos Mesa – Ex presidente
Chile  no puede pretender que Bolivia establezca en su relacionamiento de  reivindicación marítima sólo el camino de la bilateralidad y Bolivia  tiene derecho a apelar a la bilateralidad, la trilateralidad y la  multilateralidad, dada la gravedad histórica y el impacto negativo que  la mediterraneidad ejerce sobre Bolivia.Lo único que Bolivia puede y  debe garantizarle a Chile es que en la relación bilateral habrá una  actitud de buena fe y de confianza.
Aquí se ha sumado en las  últimas semanas una serie de episodios lamentables ajenos al problema de  fondo y que no están vinculados a la cuestión marítima y ése es un  elemento que está entorpeciendo la relación bilateral, pero lo que ahí  hay que trabajar es una política de bajar la tensión de ambas partes, de  mostrar una voluntad común en temas que no son esenciales y en los que  se tiene mayor prudencia.
Los estados resuelven sus problemas de  manera bilateral y probablemente eso tiene que aplicarse también en el  caso de Chile y Bolivia, es decir, las dificultades que se han  presentado entre ambos estados tienen que resolverse bilateralmente;  esto, sin embargo, tiene una excepción que es la mediterraneidad  boliviana, que no puede estar en una agenda que obligue a Bolivia a  solamente tratar la cuestión con Chile.
Ahora bien, el comercio y  la importación de azúcar o exportación de automóviles es un tema  bilateral y no hay razón para que un tercer Estado intervenga, pero en  la reivindicación marítima no, en la reivindicación marítima por  supuesto que Bolivia y Chile tienen que resolver el problema, pero como  hay un conjunto de elementos vinculados a la integración  latinoamericana, vinculados al tratado de 1929 es imposible suponer que  Bolivia solamente puede tratar el tema del mar con Chile.
Es obvio  que estamos en un momento difícil, habrá que esperar que las aguas  bajen un poco, que la tensión baje un poco y una vez que la tensión baje  no alimentar el fuego y ésta es una iniciativa simultánea. Si Santiago  actúa de una manera dura o La Paz actúa de una manera dura en este tema  pues las tensiones no van a bajar desde luego hay que esperar que la  tensión baje un poco y yo creo que hay que bajar el perfil de las  declaraciones.
Presidentes se verán en cumbre regional tras tensas relaciones
Página Siete / La Paz
Tras  tres semanas de tensión, los cancilleres de Bolivia y Chile, David  Choquehuanca y Alfredo Moreno, respectivamente, y los presidentes de  ambos países Evo Morales y Sebastián Piñera se reencontrarán en dos  cumbres regionales.
El miércoles se realizará en Asunción  (Paraguay) la 41° Cumbre del Mercosur, a la cual acudirán Choquehuanca y  Morales en representación de Bolivia .
A la misma cita asistirá Moreno en representación del presidente Piñera.
Las  autoridades coincidirán tras tres semanas desde que las relaciones  entre ambas naciones estuvieron tensas a raíz del tema marítimo y luego  debido a la detención de 14 militares en el lado chileno de la frontera.  Según el diario El Mercurio, ninguno de los países solicitó formalmente  sostener una cita bilateral.
Choquehuanca dijo el domingo que  Bolivia esperaba una comunicación oficial de Chile para restablecer el  diálogo sobre la agenda de 13 puntos, debido a que fue este país el que  suspendió el último encuentro que debía realizarse en noviembre del  pasado año.
La Cancillería chilena expresó a su vez que el diálogo  siempre estará condicionado al camino que decida tomar Bolivia, y  mientras no exista claridad en eso, optan por no pronunciarse.
Tras  la cita del Mercosur serán los presidentes Morales y Piñera quienes  coincidan en Caracas, Venezuela, el 5 de julio, en la primera cumbre de  la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Las  relaciones entre Bolivia y Chile tuvieron su punto de inflexión el  pasado 7 de junio, cuando el Gobierno boliviano planteó en la OEA que su  reclamo por una salida soberana al mar es un “asunto regional”. Luego,  el impasse más complejo ocurrió el 18 de junio, cuando fueron detenidos  14 militares bolivianos.