El gobierno boliviano anunció una inversión pública de 17.000 millones de dólares en los próximos cinco años para impulsar el desarrollo del país andino.
"Estamos planificando invertir en los siguientes cinco años (...) alrededor de 17.000 millones de dólares, como mínimo, en inversión pública, para garantizar el financiamiento de medianos y grandes emprendimientos de industrialización", afirmó el vicepresidente Alvaro García Linera en una entrevista con la radio y canal estatal.
Según el funcionario, los resultados se verán en los próximos cinco años.
Alvaro García Linera informó además que el gobierno incrementó los recursos de la inversión pública de este año, al pasar de 1.800 a 2.200 millones de dólares, tras lo cual aseguró que la economía está sólida; que la gente ha recuperado la confianza en ella, y que ahora el país se encamina a la industrialización.
García efectuó un repaso a la evolución del modelo económico y a los resultados de la política económica, que se resumen en la nacionalización de las empresas estratégicas (YPFB, ENTEL, ENDE, Comibol) y en haber creado una base macroeconómica muy sólida que permitió capear la crisis mundial en los últimos dos años.
La política económica, dijo, está en función de la riqueza que necesita un país, la cual, si está en manos extranjeras, es necesario recuperarla y "luego distribuirla fundamentalmente a los más pobres, a los más necesitados, a los más débiles"; ésta, dijo, "es la política fundamental de estos cuatro años".
Asimismo, destacó el papel protagónico del Estado en la economía, que ahora genera riqueza y comienza a redistribuirla a los sectores desprotegidos de la sociedad, "ésta es la estructura del modelo económico contemporáneo", añadió.
En la actualidad, el Estado concentra el 33 por ciento, es decir, "de cada 100 bolivianos que hay en Bolivia, 33 los genera el Estado, y el otro 67 por ciento restante la empresa privada nacional, la pequeña y microempresa, la pequeña producción agrícola, la economía comunitaria y la inversión extranjera".
Pese a que en su evaluación, los resultados de gestión de los últimos cuatro años muestran cifras positivas, García dijo que a futuro hay bastante camino por recorrer y grandes necesidades que cubrir, pero recalcó que lo primero que había que hacer era quitar a la inversión extranjera la riqueza nacional para devolverla a su dueño, el Estado, y luego comenzar a redistribuirla.
Señaló que en la medida que el Estado genere más empresas, habrá más dinero para los pequeños productores, comerciantes y campesinos.
"La única manera de terminar con el viejo ciclo de pobreza, de distribución de pequeñas riquezas y estancamiento estructural de la economía, es industrializando. Los bolivianos nos jugamos nuestro destino en la industrialización", agregó.
Con relación a las críticas y opiniones que sostienen que el Estado, en el pasado, fue un mal administrador, García Linera dijo que los gobernantes utilizaban los recursos del Estado como cajas personales de sus familias, de su parentela y de su partido.
También manifestó que hay ejemplos de que la empresa privada "puede ser tremendamente ineficiente e incapaz", para lo cual puso de ejmplo la quiebra de Banco Sur y Banco Cochabamba, cuyo caso significó que la empresa privada no supiera "administrar los recursos, (pero) que quiso cubrir sus errores con dinero público".
Otro ejemplo penoso y triste para Bolivia, recordado por el vicepresidente, es el de Lloyd Aéreo Boliviano, que era orgullo de los bolivianos; "lo privatizaron, lo descuartizaron, lo destruyeron y ahora no existe, (además de que) dejó una deuda de casi 200 millones de dólares a sus trabajadores y al Estado".
Con esos antecedentes, señaló la necesidad de introducir medidas de control en el Estado. Por ejemplo, anular el nepotismo, los vínculos familiares; evitar que se distribuyan empresas entre familiares, que se use el dinero de una empresa pública para transferirla a otra, no cubrir un déficit con recursos de otra área.
Debido a ello, dijo, debe haber un "manejo transparente" y exigir a los gerentes de las empresas públicas compromiso, responsabilidad y productividad.
Para García Linera, todas las empresas del Estado tienen que ser altamente productivas y rentables, porque tienen que generar más dinero para los bolivianos.
Antes de 2006, la economía boliviana generaba 2.525 millones de dólares. Hoy, en más de cuatro años de gestión, el país genera 17.217 millones de dólares.
En promedio, Bolivia exportaba 2.867 millones de dólares hasta antes de 2006. En 2009, se exportaron 5.366 millones de dólares, cifra que en 2010 podría llegar a los 6.000 millones de dólares.
En 2005 las reservas internacionales netas del Banco Central de Bolivia llegaban a 1.714 millones de dólares. El último dato del BCB, del viernes pasado especifica que ahora suman 8.907 millones de dólares.
En 2005, en los bancos privados habían 3.711 millones de dólares en depósitos del público. En la actualidad, esa cantidad de recursos se incrementó a 8.754 millones de dólares
"Estamos planificando invertir en los siguientes cinco años (...) alrededor de 17.000 millones de dólares, como mínimo, en inversión pública, para garantizar el financiamiento de medianos y grandes emprendimientos de industrialización", afirmó el vicepresidente Alvaro García Linera en una entrevista con la radio y canal estatal.
Según el funcionario, los resultados se verán en los próximos cinco años.
Alvaro García Linera informó además que el gobierno incrementó los recursos de la inversión pública de este año, al pasar de 1.800 a 2.200 millones de dólares, tras lo cual aseguró que la economía está sólida; que la gente ha recuperado la confianza en ella, y que ahora el país se encamina a la industrialización.
García efectuó un repaso a la evolución del modelo económico y a los resultados de la política económica, que se resumen en la nacionalización de las empresas estratégicas (YPFB, ENTEL, ENDE, Comibol) y en haber creado una base macroeconómica muy sólida que permitió capear la crisis mundial en los últimos dos años.
La política económica, dijo, está en función de la riqueza que necesita un país, la cual, si está en manos extranjeras, es necesario recuperarla y "luego distribuirla fundamentalmente a los más pobres, a los más necesitados, a los más débiles"; ésta, dijo, "es la política fundamental de estos cuatro años".
Asimismo, destacó el papel protagónico del Estado en la economía, que ahora genera riqueza y comienza a redistribuirla a los sectores desprotegidos de la sociedad, "ésta es la estructura del modelo económico contemporáneo", añadió.
En la actualidad, el Estado concentra el 33 por ciento, es decir, "de cada 100 bolivianos que hay en Bolivia, 33 los genera el Estado, y el otro 67 por ciento restante la empresa privada nacional, la pequeña y microempresa, la pequeña producción agrícola, la economía comunitaria y la inversión extranjera".
Pese a que en su evaluación, los resultados de gestión de los últimos cuatro años muestran cifras positivas, García dijo que a futuro hay bastante camino por recorrer y grandes necesidades que cubrir, pero recalcó que lo primero que había que hacer era quitar a la inversión extranjera la riqueza nacional para devolverla a su dueño, el Estado, y luego comenzar a redistribuirla.
Señaló que en la medida que el Estado genere más empresas, habrá más dinero para los pequeños productores, comerciantes y campesinos.
"La única manera de terminar con el viejo ciclo de pobreza, de distribución de pequeñas riquezas y estancamiento estructural de la economía, es industrializando. Los bolivianos nos jugamos nuestro destino en la industrialización", agregó.
Con relación a las críticas y opiniones que sostienen que el Estado, en el pasado, fue un mal administrador, García Linera dijo que los gobernantes utilizaban los recursos del Estado como cajas personales de sus familias, de su parentela y de su partido.
También manifestó que hay ejemplos de que la empresa privada "puede ser tremendamente ineficiente e incapaz", para lo cual puso de ejmplo la quiebra de Banco Sur y Banco Cochabamba, cuyo caso significó que la empresa privada no supiera "administrar los recursos, (pero) que quiso cubrir sus errores con dinero público".
Otro ejemplo penoso y triste para Bolivia, recordado por el vicepresidente, es el de Lloyd Aéreo Boliviano, que era orgullo de los bolivianos; "lo privatizaron, lo descuartizaron, lo destruyeron y ahora no existe, (además de que) dejó una deuda de casi 200 millones de dólares a sus trabajadores y al Estado".
Con esos antecedentes, señaló la necesidad de introducir medidas de control en el Estado. Por ejemplo, anular el nepotismo, los vínculos familiares; evitar que se distribuyan empresas entre familiares, que se use el dinero de una empresa pública para transferirla a otra, no cubrir un déficit con recursos de otra área.
Debido a ello, dijo, debe haber un "manejo transparente" y exigir a los gerentes de las empresas públicas compromiso, responsabilidad y productividad.
Para García Linera, todas las empresas del Estado tienen que ser altamente productivas y rentables, porque tienen que generar más dinero para los bolivianos.
Antes de 2006, la economía boliviana generaba 2.525 millones de dólares. Hoy, en más de cuatro años de gestión, el país genera 17.217 millones de dólares.
En promedio, Bolivia exportaba 2.867 millones de dólares hasta antes de 2006. En 2009, se exportaron 5.366 millones de dólares, cifra que en 2010 podría llegar a los 6.000 millones de dólares.
En 2005 las reservas internacionales netas del Banco Central de Bolivia llegaban a 1.714 millones de dólares. El último dato del BCB, del viernes pasado especifica que ahora suman 8.907 millones de dólares.
En 2005, en los bancos privados habían 3.711 millones de dólares en depósitos del público. En la actualidad, esa cantidad de recursos se incrementó a 8.754 millones de dólares
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